martes, 22 de mayo de 2007

Evaluaciones Internacionales, ¿bueno o malo?

La semana pasada en el curso de didáctica y evaluación de la especialidad, estuvimos tratando el tema de las evaluaciones internacionales, donde se habló de lo que eran Pisa y Timss. Actualmente, Chile participa en cuatro evaluaciones internacionales, que son:
  • CÍVICA Civic Education Study. Evalúa educación cívica en alumnos de 8° Básico y 4° Medio.
  • PISA Programme for International Student Assessment. Evalúa Lenguaje, Matemática y Ciencias en alumnos de 15 años (2° Medio principalmente).
  • TIMSS Trends in International Mathematics and Science Study. Evalúa Matemática y Ciencias en alumnos de 8° Básico.
  • LLECE Estudio Internacional Comparativo sobre Lenguaje, Matemática y Factores Asociados. Evalúa Lenguaje y Matemática en alumnos de 3° Básico, 4° Básico y 6° Básico.

Por otro lado, Chile participa en estas pruebas para:

  • Poner en un contexto internacional el manejo disciplinario de nuestros alumnos y las condiciones escolares y familiares en las que estudian.
  • Conocer qué porcentaje de nuestros alumnos alcanza los estándares de desempeño comúnmente utilizados en países más desarrollados.
  • Comparar nuestro currículo oficial con el currículo de otros países, y con lo que la comunidad internacional considera importante de incluir en un currículo.
  • Tener un referente externo para comparar los resultados del SIMCE.
  • Conocer los últimos avances en sistemas de evaluación educativa, tales como diseño de pruebas y cuestionarios, administración, análisis estadístico y reporte de resultados.
Las evaluacione internacionales, al medir a todos los alumnos de la misma forma, es decir, que no existe un tipo o proceso determinado de prueba para cada país, permiten conocer el rendimiento de nuestros alumnos comparado con los alumnos de los otros países que también rinden las mismas pruebas.
No cabe duda que el proceso de globalización brinda oportunidades para el desarrollo de distintas áreas como la economía, política y la sociedad, por lo tanto, en el ámbito de la educación, nos obliga a mirar más allá de nuestras fronteras y a preguntarnos no solo cuánto saben nuestros alumnos y alumnas respecto de lo que el currículo nacional exige, sino que también cuánto saben en relación a los alumnos de otros países. Sin embargo, la reciente fase de globalización ha vuelto más evidentes los rezagos sociales que persisten en la región, en particular en lo que respecta a educación.
Existen varias consecuencias del proceso de globalización que envuelven directamente al proceso y los sistemas educativos. No basta con conocer el porcentaje de los alumnos que logran un estandar internacional, comparar nuestro currículo con los demás o conocer los últimos avances en sistemas de evaluación educativa, a mi parecer, lo que realmente importa es que se logre un cambio en lo que se refiere a la formación o capacitación de los docentes, puesto que, la labor del educador es cada vez más compleja y debemos cambiar rápidamente nuestra forma de pensar de que la tarea pedagógica está enfocada en la entrega de materia. El profesor debe ahora ubicarse en el plano de quien enseña a las nuevas generaciones a buscar la información apropiada, junto con indicarles donde está.

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